Sensaciones… malditas sensaciones. Uno llega a pensar que ya no es hermosa, que no sirve para nada… como si eso importara. Bochornos, así le dicen, como si fuera a sentirme mejor con eso… calores, mal humor, apatía, obsesiones…, pendejadas. Mi marido dice que esto es parte de la madurez de las mujeres… a la mierda la madurez. Mis hijos me rechazan, mi esposo ni caso me hace, hasta yo misma me doy asco. Sin embargo, uno no deja de ser uno mismo; no le cambia ninguna arruga, ni una cana. La esperanza de que esas sensaciones se transformaran en pasión por la vida, asalta mi mente y emociona mi alma. Espero que mi vida por fin se convierta en lo que siempre quise que fuera. Demonios malditos, fantasmas oscuros, pensamientos amargos… sensaciones desahuciantes, sensaciones eternas, simplemente sensaciones.
(escrito en enero 2004 al pedirme escribir unas líneas con ese título y como si yo fuera mujer)
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